La paradoja de la fe
Sacrificar lo valioso, dividir mares, derribar murallas, desafiar gigantes, calificar lo descalificado son algunas de las cosas que la fe produce en un mundo donde solo funciona lo lineal y experimentado. La fe es desafiante y provocadora, siempre te invitará a salir de la rutina y de la conformidad que el sistema te impone para que seas estéril en el fluir De Dios.
La Reforma hizo grandes aportes a la fe, a esa fe doctrinal y teológica. Uno de los temas mejor planteados por este despertar de la Iglesia, fue la manera bíblica y a la vez paradójica de presentar a la segunda persona de la Trinidad, Jesús. La cristología fue uno de los temas centrales de personajes como el gran Lutero, el ilustre Calvino y algunos más que plateaban la humanidad de Cristo y a la vez, ese mismo hombre, era Dios todo poderoso. ¡Gran paradoja!, el Dios hombre, increíble misterio de fe tenemos en la divinidad de Jesús. Ese niño que María, la virgen, tenía en sus manos, el cual ella tenía que alimentar de forma maternal, ese que ella sostenía en sus brazos, ese que tenía manos pequeñas, era el Hijo De Dios. Esas manos habían creado la inmensidad del universo y pluriverso, sus manos habían pasado por las profundidades de los océanos, y todo, absolutamente todo, fue creado por medio de Él y para Él (Col 1:16). María lo sostenía, pero no sabía que Él sostenía los cielos y la tierra, ella lo alimentaba, pero no sabía que Él sustentaba todas las cosas ¡que gran paradoja!.
Siendo grande se hizo pequeño, teniendo todo sometido bajo sus pies decidió someterse a otros, que verdad mas grande, profunda y sublime en nuestro amado Salvador, ¡a Él sea la gloria!
En nuestra vida como cristianos hay un desafío. Somos débiles pero Él nos llama fuertes, no sabemos hablar pero Él nos llama profetas, no sabemos guiar pero Él nos llama pastores, Dios nos quiere enseñar que la fe es el misterio mas precioso a la hora de relacionarnos con Él.
Dios nunca ha dependido de nuestros recursos, talentos o dones, el Señor dice: Soy el arquitecto y constructor de tus sueños, el que planifica y provee. Hebreos 3:1-6
´Por: Yariel Tejeda.
La Reforma hizo grandes aportes a la fe, a esa fe doctrinal y teológica. Uno de los temas mejor planteados por este despertar de la Iglesia, fue la manera bíblica y a la vez paradójica de presentar a la segunda persona de la Trinidad, Jesús. La cristología fue uno de los temas centrales de personajes como el gran Lutero, el ilustre Calvino y algunos más que plateaban la humanidad de Cristo y a la vez, ese mismo hombre, era Dios todo poderoso. ¡Gran paradoja!, el Dios hombre, increíble misterio de fe tenemos en la divinidad de Jesús. Ese niño que María, la virgen, tenía en sus manos, el cual ella tenía que alimentar de forma maternal, ese que ella sostenía en sus brazos, ese que tenía manos pequeñas, era el Hijo De Dios. Esas manos habían creado la inmensidad del universo y pluriverso, sus manos habían pasado por las profundidades de los océanos, y todo, absolutamente todo, fue creado por medio de Él y para Él (Col 1:16). María lo sostenía, pero no sabía que Él sostenía los cielos y la tierra, ella lo alimentaba, pero no sabía que Él sustentaba todas las cosas ¡que gran paradoja!.
Siendo grande se hizo pequeño, teniendo todo sometido bajo sus pies decidió someterse a otros, que verdad mas grande, profunda y sublime en nuestro amado Salvador, ¡a Él sea la gloria!
En nuestra vida como cristianos hay un desafío. Somos débiles pero Él nos llama fuertes, no sabemos hablar pero Él nos llama profetas, no sabemos guiar pero Él nos llama pastores, Dios nos quiere enseñar que la fe es el misterio mas precioso a la hora de relacionarnos con Él.
Dios nunca ha dependido de nuestros recursos, talentos o dones, el Señor dice: Soy el arquitecto y constructor de tus sueños, el que planifica y provee. Hebreos 3:1-6
´Por: Yariel Tejeda.
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