La oración
Como la mayoría de nosotros ya
sabemos, orar no es más que hablar con Dios, a muchos de nosotros se nos hace
difícil el tema de la oración al inicio de nuestro peregrinar cristiano,
creemos que hay que realizar todo un ritual para hablar con Dios, o que hay que
poseer un nivel espiritual muy grande para poder acercarnos al Padre, pero,
todo esto es falso, para hablar con Dios lo único que necesitamos es un corazón
sincero y abierto.
‘‘La oración es abrir el corazón o el alma a Dios en una forma sincera,
sensible y afectuosa, por medio de Cristo, con la ayuda y en el poder del
Espíritu Santo, para cosas como las que Dios ha permitido, o que son conforme a
la Palabra de Dios, para el bien de la Iglesia, sometiéndonos en fe a la
voluntad de Dios’’. -Juan Bunyan, Cómo orar en el Espíritu.
La oración es el canal que
comunicación de nosotros a Dios, que permite sincerarnos y hablarle, pedirle,
dar gracias, humillarnos o realizar cualquier tipo de manifestación
comunicativa hacia nuestro Dios, una de las cosas que debemos procurar con
ahínco es orar con el espíritu y con el entendimiento, para que nuestra alma,
espíritu y mente sean edificados. ‘‘¿Qué,
pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré
con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento’’. 1Co 14:15
RV1960
Una de las problemáticas que como
jóvenes tenemos al orar, es que creemos que Dios está tan lejos de nosotros que
pensamos no conoce lo más profundo de nuestro corazón y a veces se nos olvida
que Él lo escudriña y conoce bien nuestros adentros, llegamos a caer en la
hipocresía y la mentira cuando vamos a Dios queriendo ocultar las intenciones
de nuestro corazón, la sinceridad es una
gracia que corre a través de todas las gracias de Dios en nosotros, ella
debería controlar e impregnar todas las acciones de un cristiano, si nuestras
acciones no son sinceras, no tendremos la aprobación de Dios. Debemos
buscar a Dios de corazón, no con falsedad en nuestros labios, reconociendo
cuando fallamos, cuando pecamos, cuando no somos buenos cristianos, porque Él
está ahí para nosotros y le agrada cuando venimos a Él con pureza de corazón.
‘‘Entonces me invocaréis, y vendréis y
oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis
de todo vuestro corazón’’, Jeremías 29:12-13 RV 1960
La sinceridad es esencial en la
oración, a través de una oración sincera abrimos nuestro corazón a Dios sin
evasivas, sin omitir los detalles desagradables y eso provoca una cercanía y
estrechez en nuestra relación con el Señor, podemos reconocer nuestros pecados,
condenarlos y exponernos ante la limpieza interna y purificación que Dios nos
puede brindar. En la palabra de Dios se hace mucho énfasis en la oración, ‘‘Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque
esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús’’. 1Tes
5:17-18 RV1960
Jesús, nuestro maestro y modelo a
seguir, a pesar de ser el Hijo de Dios, que había descendido del cielo para
habitar entre nosotros, dio mucha importancia a la oración, antes de realizar
cualquier obra, antes de moverse, antes de iniciar su ministerio dedicó mucho tiempo a la oración, podemos ver en la biblia como Él se fue al monte por 40 días a orar y ayunar, porque reconoció
que sin la dirección de su Padre no podría hacer su voluntad, sin el
sometimiento de su carne no iba a poder vencer el pecado. En
Juan 17 Jesús anuncia su partida y ora por los discípulos intercediendo por
ellos.
Como cristianos nuestro pan de
cada día debe ser la oración y lectura de la palabra, pues es la forma de hablar
con Dios, escuchar y voz y mantenernos en comunión con Él y alejados del
pecado, tenemos la apertura de orar de diferentes formas, ésto nos ayuda a aumentar
nuestra fe que es uno de los ejes principales al momento de obtener la salvación. Orar es una responsabilidad, pero más que eso debe ser un deleite,
estar más cerca de Dios cada día debe ser una de las metas a alcanzar en
nuestro diario vivir.
¿NO SABES CÓMO INICIAR UNA
ORACIÓN?
Soy de las personas que cuando
está en un ambiente nuevo, se le dificulta un poco acercarme a las personas, me
gusta observar de lejos, ver su comportamiento y luego establecer una amistad,
así somos muchos con Dios, no sabemos como entablar conversación o iniciar una
relación con Él, Jesús nos dejó un modelo de oración, quizás pensando en esa
gente que como yo, son un tanto cerrados a acercarse a alguien por primera vez,
en Mateo 6: 5-8 nos dice con qué actitud y en qué lugar debemos orar, todos debemos
tener un ‘Lugar Secreto’ de oración, donde nuestro Padre celestial nos ve y
escudriña nuestro corazón, no siendo como los hipócritas y fariseos que ‘oran’
para parecer espirituales ante la gente, del versículo 9 hasta el 15 inicia el
modelo de oración dado por nuestro Señor Jesucristo, orando a Dios de esta
forma y llevándolo en práctica, podremos ir más allá que este A,B,C dado por
Él, hay mucho más de Dios para nosotros y hay un mar de palabras que podemos
expresar a Dios. Él está esperando que nosotros abramos nuestro corazón y le
busquemos de verdad, para así poder comenzar a moldearnos, limpiarnos, y
santificarnos. ¡Dios te bendiga!
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