6 Joyas para la Eternidad
6 Joyas para la Eternidad
Hoy quiero compartir contigo 6 pasos importantes para mantener nuestra relación con Dios. Constituyen una serie de decisiones que pueden determinar nuestra vida como cristianos y que a veces, de manera desafortunada, personas se apartan del camino porque, probablemente, al menos en uno de ellos han fallado. Acompáñame a observar estas Joyas para la Eternidad.
- Paso 1. Nacer de nuevo (S. Juan 3:7). Quizás la gramática quiera interferir, pero me atreveré a escribirlo nueva vez en el mismo párrafo, "Es necesario nacer de nuevo", esta acción no consiste sólo en la confesión, sino también en la asunción de la conversión, en ese proceso de arrepentimiento y redención a través de la Cruz, que nos demuestra su amor hacia nosotros y nos da identidad en Él.
- Paso 2. Reconocer la identidad que tenemos en Jesús (Romanos 8:17). Es fácil soltar la toalla al darle cabida a pensamientos de menosprecio, desolación, angustia, enojo, que no le dan oportunidad al Espíritu Santo de demostrarnos cuál es la razón del sacrificio de Jesús y a qué ascendió al cielo mientras esperamos su venida. La respuesta a esto, amigo mío, eres tú, soy yo. Debemos reconocer realmente quiénes somos en Dios, Hijos suyos por medio de Jesucristo.
- Paso 3. Mantenernos en fe (Hechos 11:6). ¿Cómo podemos explicar que tenemos paz cuando el mundo se nos viene abajo, cuando las cosas quizás no van tan bien? ¿Cómo podemos estar tan seguros de que alguien a quien no vemos tiene todo el control? Es sólo a través de la fe, herramienta sin la cual no veremos a Dios. Nos alejamos de Dios cuando mengua nuestra fe. Recuerda, si tan sólo crees al tamaño de un grano de mostaza, le podrás decir al monte de la incredulidad "muévete de mi vida" y se moverá.
- Paso 4. Perseverar en la oración (Hechos 6:4). Este paso me hace recordar cuando de niña, me decían: "La oración es el teléfono para hablar con Dios", ahora he confirmado ese hecho. Debemos convencernos de que no es una comunicación unidireccional (solo hablo con Dios, y listo), sino que Él mismo está esperando ese momento de oración para hablarte. Por otra parte, debemos evitar que nuestras oraciones no estén a kilómetros de distancia de La Palabra, debe haber concordancia entre lo que requerimos de Dios y su divina Voluntad.
- Paso 5. Aprender de adoración (Juan 4:24). Hemos mal interpretado el término "adoración" de tal forma que hemos convertido en liturgia lo que debe constituir una forma de vida, confundimos alabar a Dios (brindarle culto) con rendir nuestra vida (lo que constituye nuestro cuerpo, alma y espíritu) a Él en adoración. Cuando vivimos bajo esta convicción errónea nos envolvemos en una vida monótona que sólo incluye cumplir con programas terrenales, sin embargo, Dios nos llama a adorar incluso en esa decisión tan pequeña que tomarás hoy al salir de casa. ¿A Dios le agrada? ¿Lo estoy honrando? ¿La gente verá a Dios en mi si lo hago de esta manera?.
- Paso 6. Renunciar a esta morada (2 Corintios 5:1-2). Vivimos tan preocupados en las cosas terrenales, que descuidamos lo espiritual, lo eterno. Debemos reconocer que algún día Cristo nos llevará a una morada eterna en donde podremos convivir con Él. Por no comprender esto hay gente que toma el camino angosto. Todo en la tierra pasará, y Cristo mismo nos dijo que en el mundo tendríamos aflicciones, sin embargo, Él ya venció al mundo.
Espero que hayas entendido estos 6 pasos (no limitativos) necesarios para mantener nuestra relación con Dios, que comprendas que quizás fallarás en uno de estos, porque no somos perfectos, pero recuerda el Paso 3 y sé capaz de ir delante del Padre, quien te esperará con los brazos abiertos y reiniciará la historia.
¡Cristo te ama, con amor eterno, y no hay regalo más grande para ti que la Salvación que Él ya ha puesto a tu disposición!
Por: Frency Castro.
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