De los errores se aprende


''Amados hermanos míos, no erréis.'' (Santiago 1:16)

Durante mucho tiempo nos han vendido como correcta, una cultura que se dirige por esta frase: "De los errores se aprende", en la cual hay cierto grado de veracidad pero a su vez demuestra indisposición a vivir en verdadera santidad, en otras palabras, manifiesta mediocridad espiritual. 

Ser perfectos a esta altura es imposible. He cometido errores y de ellos he aprendido, pero al ver la historia de Jonás me pregunto: ¿Qué es lo mejor para mí? La desobediencia de Jonás provocó tempestades, lo llevó a un Resort de muy poca calidad para su gusto (el pez) y le hizo pasar por vicisitudes innecesarias puesto que, a fin de cuentas, llegó al mismo destino, al que Dios quería. 

El pecado del hombre tiene sus consecuencias y esas mismas son utilizadas por Dios para llevarlo a Nínive, sin embargo, es mucho más fácil tomar un barco hacia allí e ignorar  Tarsis. Cierra los oídos a lo que dicta la sociedad y escucha la voz de Jesús que claramente te llama a caminar como Él anduvo, si Cristo pudo, nosotros también lo podemos lograr. 

Repite esta simple oración: " Hazme ser cada vez más como tú, Jesús", te dará grandes resultados. Además, observa en La Palabra las historias que allí se exponen, han sido plasmadas precisamente para que tu y yo no cometamos los mismos errores. 
¡Dios te bendiga!

Por: Frency Castro 

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