Jesús, buena noticia

''Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor.»'' Lucas 2:10.

Es interesante ver cómo a Dios no se le escapa nada, cada detalle de su plan está perfectamente armado y orquestado, cual arquitecto que diseña una casa, entre belleza y función, así Dios confeccionó toda su creación. Pero, dentro de todo el contenido que tenemos en la Biblia, hay una historia en particular tan conocida, que a veces caemos en el cliché de contarla sin los colores y matices que la hacen tan impresionante. 

La emocionante historia del nacimiento de Jesús, ese Mesías (ungido) esperado, la respuesta salvadora del mundo, quien estaba destinado a Reinar juntamente con Dios Padre, había nacido en las condiciones más precarias para un ser humano, en un pesebre (lugar donde se alimentaba a los animales), pero, ¿todos sabemos esto, no?, y si, es llamativo cómo Dios desde el nacimiento de Jesús va revelando el despojo de lo glorioso y mostrando atisbos de los futuros padecimientos del Mesías. 

Lo que quiero resaltar aquí son varios acontecimientos que sucedieron más adelante en el mismo capítulo 2, cómo Dios, dentro de la perfección de su Plan, alineó el cronos para, desde el  nacimiento de Jesús, mostrar que el Mesías había llegado, la buena noticia se había manifestado a través de un niño. Luego de que el ángel hablara a los pastores, y ellos a su vez fueran a donde él estaba para ofrecer ofrenda y alabar a Dios, sucedieron varios acontecimientos interesantes: 

1- Sus padres lo llevaron al templo, como era de costumbre hacer con los primogénitos, para consagrarlo al Señor, ofreciendo la ofrenda de los pobres: un par de tórtolas y dos pichones de paloma (ver Lucas 2:21-24), aunque habían recibido oro, incienso y mirra por los pastores. 

2- ¿Recuerdan que les mencioné sobre el cronos? aquí es donde entra este punto. Simeón, un hombre que había recibido por el Espíritu Santo la revelación de que no moriría sin ver al Mesías, fue al templo guiado por el Espíritu para bendecir a Jesús ese mismo día, sus Palabras están en Lucas 2:29-35, reconociendo a Jesús como Mesías.

3. Ana, una anciana profetisa que vivía orando en el templo, estaba allí y también recibió confirmación de que ese niño, iba a liberar a Jerusalén, todo esto sucedió a los ocho días del nacimiento de Jesús, y ya Dios, sus ángeles y la creación misma habían manifestado, quien era, su Plan y propósito en la tierra, y esto, fue sólo el inicio, sombra de lo que habría de venir.

Hoy, esta buena noticia es proclamada en todo el mundo, no sólo en una época del año, dando continuación al Plan perfecto de Dios, transformando vidas, sanando, libertando, pero sobretodo, llevando gozo y felicidad a quienes la reciben, tal como sucedió con María, José, Simeón, Ana, los discípulos, Pablo y muchas generaciones más hasta nosotros, ¿y por qué no? Llegó hasta mí, ahora hasta ti y a todos aquellos a quienes decidas compartir esta buena noticia, que aún sigue vigente y lo será, hasta más allá del fin de los tiempos.

Escrito por: Crismeli De Jesús 










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