Abracadabra
¿Cuántas veces has orado con la idea en la mente de que el Padre te contestará con un sí? Antes, esa era la idea que tenía por costumbre, hasta que el Señor me hizo entender lo siguiente: Dios no tiene una "varita mágica" que estará a disposición constante de nuestros caprichos, aún en ocasiones en las que creemos que lo que pedimos "ayudará" al cumplimiento de Su voluntad en nuestras vidas, Él simplemente dirá no, o hará silencio de vez en cuando. ¿Por qué? Dos sencillas razones:
1. Quiere hacernos entender que Él es soberano y sabe mejor que nosotros lo que nos conviene.
2. Su amor por nosotros es tan grande que debe buscar una forma de impedir que nos acomodemos en el mundo en que vivimos, e impulsa así el deseo en nosotros de mantenernos puros hasta su venida para disfrutar de Su Morada, porque, pensándolo bien, la mente del ser humano tiende a ser conformista en aquellos lugares en donde le son cumplidas todas sus peticiones.
De esta forma estamos siendo instados a erradicar el complejo de magos en nuestras vidas y asumir una postura en la cual, cuando no sean cumplidas nuestras demandas (o sea, cuando el Señor diga no, o haga silencio), se haga de manifiesta esa paz que demuestra que confiamos en el Dios Único, cuyos pensamientos son más grandes que nuestros pensamientos y Sus caminos más altos que nuestros caminos (Isaías 55:8-9).
¡Dios te bendiga!
Por: Frency Castro.