Seguridad eterna

El futuro para los seres humanos es territorio desconocido. Por naturaleza sólo tenemos certeza del instante en que estamos viviendo; aunque planeáramos nuestros próximos tres minutos no tenemos la garantía que para ese momento aún estaremos, o si todas las cosas saldrán a nuestro favor para lograr el cometido que nos hayamos propuesto.

Tal condición nos puede llenar de lo opuesto a la seguridad: la inseguridad. Para tener una idea más clara de estas palabras veamos su etimología:

La palabra seguridad proviene del latín “securus” más el sufijo “-tas”, que traducido es -dad.

(Se)hace referencia a la palabra “Separar”
(Curus)hace referencia a la palabra “Cuidado”
(Tas) hace referencia a la palabra “Cualidad”

Cuando sumamos la definición etimológica de cada una de las partes de la palabra encontraremos que la seguridad es: la cualidad de estar sin cuidado. Podemos traducirlo de otra forma y decir que es el hecho de estar sin preocupación. 

Al agregar el prefijo “In” (In-seguridad), que es equivalente a negación, la definición sería: sin cualidad de estar sin cuidado o  también, estar con preocupación.

Como seres humanos somos efímeros y nuestra longanimidad es incierta para nosotros; esto hace que el prefijo “In” se vuelva parte de la palabra seguridad en nuestras vidas, llevándonos así hasta el punto de caer en la ansiedad y la depresión. Por el contrario, Dios es eterno y Su Palabra también. El Señor sabiendo nuestra condición, envío a Su Hijo a morir por nosotros para brindarnos de Su eternidad (Juan 17:3) y darnos la certeza de un futuro glorioso sea cual sea nuestra situación (Romanos 8:38-39) brindándonos una seguridad maravillosa (Juan 10:28).

Sabiendo esto y habiendo nacido de nuevo por medio de la Fe en Jesucristo, Aquel que vino a morir en nuestro lugar y a traer eternidad a nuestras vidas, debemos buscar que nuestros pensamientos perseveren en Él de manera que seamos guardados en completa paz en medio de las situaciones más complejas (Isaías 26:3).

Dios conoce todos los acontecimientos pasados, presentes y por venir, nada se escapa de Su control y Su conocimiento. Dios también te bendijo (habló bien de ti) con toda bendición espiritual desde la eternidad (Efesios 1:3-4) por lo cual puedes estar seguro de que lo que sucederá con tu vida no está en manos de la situación actual, está en manos de Aquel que habló bien de ti con palabras eternas.

Si eres hijo de Dios no permitas que el prefijo “In” esté presente ante cada una de las situaciones de tu vida, permite que ahora  “Fe” esté ante cada una de ellas.

“Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.”
‭‭1 Pedro‬ ‭5:7‬ ‭NTV

Por: Sietze Attema

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