¿A quién miras en la tempestad?

''Y él dijo: Ven.Y descendiendo Pedro del barco, andaba sobre las aguas para ir á Jesús. Más viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: Señor, sálvame. Y luego Jesús, extendiendo la mano, trabó de él, y le dice: Oh hombre de poca fe, ¿por qué dudaste? Y como ellos entraron en el barco, sosegóse el viento''. Mateo 14: 29-32.

Imagina que al igual que Pedro estás en la barca y que de momento una tormenta fuerte azota tu barca (la tormenta representa ese problema que golpea fuertemente tu vida), estás angustiado, no ves salida por ningún lado y para colmo no sabes nadar. En medio de esto piensas: “es mi fin, ya no hay más nada que hacer, me voy a ahogar” y cuando menos lo esperas, ves a alguien caminando sobre las aguas turbulentas, ¡es Jesús!, que vino a tu rescate, te dice: sal de la barca y ven a mí. 

Fijas tu mirada en el maestro, y de momento empiezas a caminar en medio de la tempestad, pero la duda y el temor de repente empiezan a apoderarse de ti y miras a tu alrededor, dejas de enfocarte en Jesús y piensas que la tormenta es muy fuerte y te hundes, se pierde la fe, se pierde la esperanza por el simple hecho de mirar la tormenta que te asedia y no fijar tus ojos en Jesús. 

Te pregunto, ¿a quién miras en tempestad? muchas veces estamos en medio de la tormenta y el Señor lo único que nos demanda es que confiemos en +Él y nada más, pero luego dudamos y nos olvidamos de que quien camina sobre las aguas nunca nos dejará hundirnos si ponemos nuestra mirada en Él. 

El mayor problema de Pedro fue mirar a su alrededor y quitar la mirada del maestro. Pase lo que pase, mantén tu fe en Él intacta, no desconfíes, cree y Él cumplirá, recuerda que la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, no la pierdas mientras caminas sobre las aguas, más bien camina con el maestro en tu tempestad y nunca pero nunca quites tu mirada de Él.

Por: Sama Quiñones.